El conductor de Showmatch se refirió al hecho y aseguro estar muy conmocionado conla noticia y aclaró, "Ojalá se sepa quién fue"
Marcelo Tinelli no quiso dejar atrás el tema, en la noche del miércoles cuando se retiraba de Ideas del Sur.
Candela Rodríguez, su desaparición, secuestro y muerte, conmovió a todo el país. El hecho despertó la indignación, bronca y tristeza de los argentinos y el conductor de ShowMatch no se quedó afuera.
"La verdad es que estamos todos muy conmovidos", dijo Tinelli en la puerta de su productora, pocas horas después del hallazgo delcuerpo de la nena. Visiblemente aturdido con el horrible desenlace, expresó un deseo que se hace unísono en la sociedad: "Ojalá se aclare y se sepa quién fue", cerró.
Recordemos que Susana Giménez, por su parte, dijo unas palabras reflexivas en el marco del cruel asesinato de Candela.
“No entiendo qué pasó. Hay algo raro en este caso. Yo creo que se va a aclarar. Esta vez, hay una desazón generalizada. Hay una tristeza enorme por ella, porque tenía once años y era una nenita divina”, decía Susana tras sentarse a su escritorio, en el que había un retrato de la chiquita.
Marcelo Tinelli no quiso dejar atrás el tema, en la noche del miércoles cuando se retiraba de Ideas del Sur.
Candela Rodríguez, su desaparición, secuestro y muerte, conmovió a todo el país. El hecho despertó la indignación, bronca y tristeza de los argentinos y el conductor de ShowMatch no se quedó afuera.
"La verdad es que estamos todos muy conmovidos", dijo Tinelli en la puerta de su productora, pocas horas después del hallazgo delcuerpo de la nena. Visiblemente aturdido con el horrible desenlace, expresó un deseo que se hace unísono en la sociedad: "Ojalá se aclare y se sepa quién fue", cerró.
Recordemos que Susana Giménez, por su parte, dijo unas palabras reflexivas en el marco del cruel asesinato de Candela.
“No entiendo qué pasó. Hay algo raro en este caso. Yo creo que se va a aclarar. Esta vez, hay una desazón generalizada. Hay una tristeza enorme por ella, porque tenía once años y era una nenita divina”, decía Susana tras sentarse a su escritorio, en el que había un retrato de la chiquita.
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